¿Cocinar y a la mesa? Dicho y hecho, aunque solo si tu comedor está integrado en la cocina. Es una de las reformas más codiciadas: mismo espacio compartido por comedor y cocina, donde cada ambiente tiene con entidad propia. ¿Quieres saber cuáles son las claves para lograr con éxito esa integración open concept? Desde Murelli te cómo hacerlo y salir airoso del cambio.
La cocina es el centro del hogar y en este espacio desarrollamos muchas de las actividades de nuestro día a día. Así que para que sea funcional, es recomendable tener una zona de comidas para poder ahorrar tiempo y desplazamientos. La integración de los espacios se ha convertido en una tendencia que gana adeptos y, en la actualidad, contar con una cocina abierta al comedor es algo habitual y estará muy presente en las tendencias de 2023
Las posibilidades son tan variadas que el universo decorativo se ha convertido en un mundo por explorar y nada mejor que conocer los pasos a seguir para dar con el diseño apropiado. Lo primero que tenemos que tener en cuenta es ser conscientes del espacio del que disponemos; el tipo de comedor que podemos integrar en la cocina, dependerá del tamaño de esta estancia y de su distribución. En este sentido es muy probable que haya que deshacerse de algunos elementos estructurales como columnas o tabiques, además, hay que analizar si el esqueleto de la vivienda se resiente al prescindir de algunos de esos tabiques de apoyo. Así que para que un proyecto de este calibre sea un éxito hay que contar con profesionales cualificados que sepan valorar ese cambio en la estructura.
En caso de no poder realizar cambios en el espacio y contar con pocos metros, el comedor puede sustituirse por una barra con taburetes. Esta idea no solo hará la función de mesa, sino que aportará un toque urbanita y moderno al espacio. Aunque lo cierto es que sería recomendable contar con un barra de una anchura considerable para poder comer cómodamente. Este tipo de elementos no solo permiten una continuidad sino que proporcionan una superficie extra como lugar ideal para deleitar al paladar sin tener que recurrir a las tradicionales mesas de comedor.
Otro de los puntos a tener en cuenta a la hora de hacer de la cocina un espacio open concept, es el sistema de extracción. Para que la integración de cocina, salón y comedor sea un éxito y no se llene todo de olores al cocinar, hay que invertir en un buen extractor que purifique el ambiente de manera rápida- y a ser posible no muy ruidosa- para que la integración de ambientes no suponga un problema.
En un espacio de distribución abierta, una de las claves del éxito de la integración de comedor y cocina es que la organización del espacio sea lógica. Lo ideal es que el comedor ocupe un espacio de transición. Así queda más cerca de la cocina, relacionados ambos ambientes por uso. Y el salón, la zona de relax, lo más alejada posible de los ruidos que se producen al cocinar. Trasladar el open concept al diseño de tus interiores te permitirá, entre otras cosas, disfrutar de tus visitas mientras terminas de preparar el menú. Una buena manera de integrar la zona destinada al salón con la cocina es apostar por el empleo del sofá como elemento diferenciador de los espacios. El resultado es una panorámica de 360 grados desde cualquier punto de la sala.
Para quienes alberguen alguna duda al respecto de la integración de los espacios, una solución intermedia puede ser la colocación de una pantalla de cristal para dividir cocina y comedor. La transparencia del vidrio te dará cierta privacidad sin tener que renunciar a la contemplación del resto de las estancias.
