La campana extractora es uno de los electrodomésticos más importantes de la cocina. No solo ayuda a eliminar los olores y la grasa, sino que también mejora la calidad del aire y evita que los humos se dispersen por toda la casa. Sin embargo, con el tiempo, la campana puede acumular grasa y suciedad, lo que reduce su eficacia y puede convertirse en un foco de bacterias. Afortunadamente, limpiar la campana de la cocina es un proceso sencillo que se puede realizar con algunos productos básicos y un poco de tiempo. A continuación, te presentamos una guía paso a paso sobre cómo limpiar eficazmente tu campana extractora.
Paso 1: Preparación
Antes de comenzar, asegúrate de tener todos los materiales necesarios a mano. Necesitarás guantes de goma, un detergente desengrasante, agua caliente, un trapo o esponja suave, papel absorbente, un cepillo de cerdas suaves y una bolsa de basura. Además, es importante desconectar la campana de la corriente eléctrica para evitar accidentes.
Paso 2: Limpieza exterior
Comienza limpiando la parte exterior de la campana. Humedece un trapo o esponja suave con agua caliente y detergente desengrasante, y limpia cuidadosamente la superficie de la campana, prestando especial atención a las áreas más grasientas, como los botones. Asegúrate de enjuagar bien el trapo o esponja para eliminar cualquier residuo de detergente y, luego, seca la superficie con papel absorbente.
Paso 3: Limpieza de los filtros
Los filtros de la campana son los componentes que capturan la grasa y la suciedad del aire. Estos filtros pueden ser de metal o de carbono, y es importante limpiarlos regularmente para garantizar un funcionamiento óptimo de la campana. Si tus filtros son de metal, puedes sumergirlos en agua caliente con detergente desengrasante durante unos 15 minutos y, luego, cepillarlos suavemente con un cepillo de cerdas suaves para eliminar la grasa acumulada. Enjuaga bien los filtros y déjalos secar antes de volver a colocarlos en la campana. Si los filtros son de carbono, normalmente no se pueden limpiar y deben reemplazarse según las instrucciones del fabricante.
Paso 4: Limpieza del conducto de extracción
El conducto de extracción es la parte que conecta la campana con el exterior de la casa. Con el tiempo, este conducto puede acumular grasa y suciedad, lo que puede reducir su capacidad de extracción. Para limpiarlo, puedes utilizar un cepillo de cerdas suaves o una aspiradora con un accesorio adecuado. Asegúrate de llegar lo más lejos posible en el conducto para eliminar cualquier residuo de grasa o suciedad. Si es necesario, también puedes utilizar un detergente desengrasante diluido en agua para ayudar a aflojar la grasa más resistente.
Paso 5: Mantenimiento regular
Una vez que hayas completado la limpieza de la campana y los filtros, es importante establecer un mantenimiento regular para mantenerla en buen estado. Una buena práctica es limpiar la superficie de la campana después de cada uso con un trapo húmedo y detergente suave. Además, verifica los filtros mensualmente y límpialos según sea necesario. Los filtros de metal se pueden lavar cada dos o tres meses, mientras que los filtros de carbono deben reemplazarse de acuerdo con las recomendaciones del fabricante.
La limpieza regular de la campana extractora de la cocina es esencial para mantener un entorno limpio y saludable. Al seguir estos simples pasos, podrás eliminar la grasa y la suciedad acumuladas, garantizando un funcionamiento óptimo de la campana y evitando problemas de olores y dispersión de humos en tu hogar. Recuerda establecer un mantenimiento regular para prolongar la vida útil de la campana y disfrutar de una cocina impecable en todo momento.