Hoy te traemos uno de los dilemas más comunes a la hora de reformar una casa…¿cocina abierta o cerrada? Analizaremos los pros y los contras de las dos opciones para que decidas según tus circunstancias cuál es la opción que mejor se adapta a ti.
Durante años, lo habitual era que la cocina fuera un espacio completamente independiente del resto de estancias, sin embargo con el paso de los años y debido sobre todo a la necesidad de generar amplitud, las cocinas americanas han ido ganando terreno y hoy en día es muy común encontrar una casa con la cocina abierta.
Nosotros tenemos el corazón divido entre las dos opciones, por eso queremos analizar contigo las ventajas e inconvenientes de cada opción y así ayudarte en tu elección.
Cocinas abiertas
Ventajas:
Amplitud y luminosidad
Eliminando tabiques, sumaremos los metros cuadrados del salón y la cocina y este espacio parecerá mucho más grande. Es una solución muy moderna y estética que favorece además la luminosidad, pues no hay paredes que impidan que la luz circule libremente por el espacio. Es una solución muy útil para casas con espacios pequeños, como estudios o apartamentos con pocos metros cuadrados.
Interacción y accesibilidad
Otra de las mayores ventajas de la cocina abierta, es que potencia las relaciones y la comunicación entre el que está cocinando y el resto de personas. Es una opción muy divertida cuando van amigos a cenar a casa por ejemplo, mientras uno o varios cocinan, pueden mantener una conversación con el resto de invitados mientras estos disfrutan de una copa de vino en el salón.
Respecto a la accesibilidad, al tener la cocina abierta, tendrás todo más a mano y el movimiento será más fluido. Al encontrarse todo en el mismo espacio, ayudará a agilizar las tareas del hogar.
Inconvenientes:
Desorden
La principal desventaja de las cocinas abiertas es el desorden. Al tener todo a la vista, es imprescindible tener todo bien organizado y limpio. Si dejamos algún plato, alguna sartén o cualquier utensilio fuera de su sitio, daremos una imagen de desorden a todo el espacio. Deberemos tener mobiliario adicional para mantener todo organizado y limpio.
Olores, humos y ruidos
Otro gran handicap de las cocinas abiertas es que, al cocinar, debemos tener especial cuidado con los olores, los humos y los ruidos. Es esencial disponer de una campana extractora potente para eliminar los olores y electrodomésticos de alta gama que generen el menor ruido posible.
Privacidad
Por último, tener una cocina abierta, podría complicar la tarea de cocinar con tranquilidad si hay más personas en el salón. La ausencia de muros elimina por completo la privacidad y puede que te resulte complicado concentrarte en la tarea.
Analicemos ahora las cocinas cerradas…
Ventajas:
Privacidad y aislamiento
La primera gran ventaja de las cocinas cerradas es que se aíslan los olores, los humos y los ruidos. Así mismo, podrás conservar la privacidad y nadie podrá ver lo que estas haciendo en la cocina ni tampoco si tienes cosas pendientes por recoger.
Ahorro y libertad de diseño
Otra ventaja de las cocinas cerradas es que podrás diseñar la cocina con total independencia del resto de estancias. Además, no será necesario panelar todos los electrodomésticos para generar una armonía decorativa entre la cocina y el salón, lo que supondrá un ahorro significativo en el presupuesto de la reforma.
Inconvenientes:
Falta de luminosidad
Por normal general, solemos encontrar las cocinas en la zona interior de la casa, por lo que suelen ser zonas con poca luz natural y debemos recurrir por ello a la luz artificial, con el gasto energético que esto supone. Además la luz natural genera un entorno cálido y acogedor que perderemos si sólo tenemos luz artificial.
Espacio limitado
Si la cocina es pequeña y cerrada, limitamos el espacio y la disposición de los muebles al espacio que tenemos.
En definitiva, antes de decidir el formato de cocina para nuestra vivienda, es importante evaluar detenidamente los pros y contras de las cocinas abiertas y cerradas para elegir la opción que más se adecúe a nuestras necesidades y al espacio del que disponemos.