Los tiempos están cambiando y la mentalidad de la sociedad también. En la percepción global ya ha cambiado una máxima que se repetía como un mantra. La gente quiere cuidar el hábitat y huye de aquel ‘vivimos en la Tierra como si tuviésemos otra a la que ir’.
Por eso cada vez es más importante elegir con atino y mucho tiempo de reflexión los electrodomésticos que tendremos en la cocina. Cuanta menos energía gaste, más eficiente será, por lo que contribuiremos a un mayor beneficio en el medio ambiente.
Es importante que a la hora de comprarlos tengamos en cuenta la etiqueta informativa que incluye. Hornos, frigoríficos, congeladores, microondas o lavavajillas cuentan con una clasificación de la A a la D con subdivisiones para saber cuáles son los más y menos derrochadores.
Con este ránking debemos tener en cuenta que:
- A+++, A++ y A+ son electrodomésticos muy eficientes
- A y B llevan consigo un consumo moderado
- C y D son los electrodomésticos de mayor consumo
Esta división no está hecha al azar y debemos ser muy cuidadosos con ella. Un electrodoméstico para nuestra cocina con una etiqueta ‘Triple A’ puede llegar a suponer un ahorro energético del 76%.
Aunque no solo eso hace que consigamos un mayor ahorro de energía en los electrodomésticos. La colocación de los mismos y el uso que hagamos de ellos también marcará la diferencia.
Cada hogar está diseñado para un tipo de inquilino y los electrodomésticos deben mantener esa línea. No es lo mismo una vivienda unipersonal que aquella donde vive una familia numerosa. sexlocals. Por lo tanto, el horno o el frigorífico que haya en ambas deberá ser diferente y su tamaño irá en consecuencia.
Por ejemplo, la nevera es el electrodoméstico que más energía gasta en esta estancia de la casa. Se estima que su gasto ronda el 30% y debemos ser cautelosos con su uso para mejorar ese porcentaje.
Además de decantarnos por aquellos más eficientes en la tienda, debemos seguir algunos consejos que mejoraran su experiencia:
- Es importante separar los electrodomésticos para que evitar pérdidas y aumentos de temperatura que no deseamos. El horno, la cocina o el microondas son malos compañeros de viaje del frigorífico. Un aislamiento controlado conseguirá que el gasto sea menor.
- Evita abrir sin control los electrodomésticos. Limítate a utilizarlos con un razonamiento previo. El horno tarda mucho tiempo en ganar calor, no lo pierdas en apenas segundos por abrirlo sin necesidad.
- ¿Quieres ahorrar hasta un 70% de energía? Utiliza el microondas por delante del horno para tus recetas siempre que puedas.
- Utiliza el lavavajillas pero sigue algunos consejos. Ahorra mucho más que lavar a mano, pero mejora el uso apostando por programas de agua más fría y utilizándolo siempre que esté lleno.
Siguiendo estas recomendaciones notarás enseguida las mejoras en el medio ambiente y el tus facuras.