El suelo de la cocina tiene que enfrentarse a numerosos desafíos en el día a día: pisadas continuas, caídas de objetos, salpicaduras, restos de comida, humedad, … entre otras tantas. Por este motivo, es fundamental que te tomes tu tiempo para decidir cuál es el material que mejor se adapte a tu estilo de vida y las tareas diarias que realizas en la cocina.
Otros factores a tener en cuenta antes de decantarte por un material u otro es buscar comodidad, resistencia y funcionalidad, sin descuidar la estética y gusto personal, por supuesto. Estamos seguros de que un material fácil de limpiar y que no necesite mucho mantenimiento escalará posiciones situándose en las primeras opciones para su incorporación.
Por otro lado, una de las opciones que más nos gusta y que cada vez es más común es que se abra la cocina a otras estancias como el salón o el comedor. Por lo que la elección del suelo debe considerarse en conjunto para buscar esa continuidad visual, haciendo que la cocina y el salón queden totalmente integrados y se forme esa armonía entre ambas estancias.
Actualmente, hay infinidad de opciones a nuestra disposición, tanto de materiales como de acabados. Por ello, sabemos que la decisión puede resultar difícil así que, antes de decidirte por uno u otro material, os dejamos las principales características de los más comunes para que la elección te resulte mucho más sencilla.
Cerámica
La cerámica es una buena opción si lo que buscas es durabilidad y una limpieza sencilla y fácil. Es un material que resiste muy bien a los agentes externos como la humedad o el vapor, factor a tener en cuenta si eres de los que invierte una gran cantidad de tiempo en esta estancia.
Además, hay múltiples acabados, colores y estampados para que elijas el que más se adapte a tu cocina y personalidad. Incluso encontrarás baldosas que imiten materiales naturales como el granito, mármol o madera, pero con un mejor mantenimiento.
Cómo único inconveniente, te diremos que es un material frágil y la caída fuerte de algún material o golpes pueden llegar a romper la baldosa. Pero sin duda, somos de los que pensamos que las ventajas superan con creces este inconveniente.
Madera
La madera es una opción que aportará ese toque de calidez y confortabilidad, perfecto para cocinas con estilo moderno, rústico, boho, …
Al tratarse de un material bastante delicado, siempre se ha intentado evitar la incorporación de dicho material en las cocinas, pero con el paso del tiempo, sin duda se ha convertido en una de las opciones favoritas para su incorporación. Por eso, te recomendamos que protejas la madera con barnices resistentes para que su mantenimiento sea mucho más fácil y no esté tan expuesta a los factores externos que puedan dañar la superficie con facilidad.
Esta opción es una solución perfecta para los casos en los que la cocina está integrada al salón o comedor, para crear esa continuidad visual entre ambas estancias, como hemos nombrado con anterioridad.
Suelos vinílicos
Sin duda, esta opción es perfecta para aquellos que quieren tener un impecable aspecto visual en el suelo de su cocina, pero sin preocupaciones por su mantenimiento. Se trata de una imagen digital impresa sobre la superficie del vinilo, por lo que podrá imitar cualquier tipo de material de una forma realista. Además, se puede colocar sobre el suelo ya existente, así que son la opción perfecta para cambiar el aspecto de tu cocina sin necesidad de realizar una obra.
Como ventajas destacaríamos que son muy fáciles de limpiar y muy resistentes al agua, y un punto a destacar como desventaja es que son fáciles de rayar. Pero sin duda, nosotros nos quedamos con que son una opción muy cómoda para poder poner el material que quieras de una manera sencilla y estética.
Microcemento
El microcemento es perfecto para las cocinas que buscan ese aspecto industrial y minimalista, dotando el espacio con un toque de modernidad y vanguardia. Perfecto para cocinas de estilo nórdico, industrial o contemporáneo.
Aunque estamos acostumbrados a ver este material en tonos grises, la realidad es que tiene una amplia gama de colores que podrás incorporar dependiendo de cuál sean tus preferencias o ideas aparte de tener diferentes acabados.
Esta opción es fácil y cómoda de limpiar, además de no requerir ningún mantenimiento y ser una propuesta totalmente resistente.
Esto son algunos ejemplos de materiales que podrás estudiar minuciosamente para posteriormente incorporar a tu cocina, pero las opciones son infinitas. De hecho, también puedes barajar la posibilidad de mezclar varios materiales. Elegir uno más resistente en las zonas más sufridas de la cocina y complementar con otro material que resulte más delicado en el resto de la estancia. Sin duda, esta opción estará llena de personalidad.
De lo que estamos seguros, es que elijas la opción que elijas, le darás ese toque de estilo y carisma convirtiendo tu cocina en la estancia más acogedora de toda la casa.